En un recorrido por las calles del casco central de la capital portugueseña, puede observarse un crecimiento en el número de personas que ofrece una gran variedad de productos alimenticios a bajo costo en puestos informales.
Los vendedores aseguran que esto es producto de la necesidad de emprender y a su vez de los altos costos que representa el ejercicio formal de este tipo de actividades comerciales.
Además de representar una posibilidad para que los comerciantes informales puedan sortear la crisis, también son una alternativa para sus clientes, quienes pueden adquirir comidas a bajo costo, para así ganar un poco de energía y seguir afrontando su jornada laboral.
Entre las opciones gastronómicas que pueden encontrarse en las calles de Guanare destacan; las cachapas con mantequilla y queso a un costo de 1$ o 6 Bs., tostones desde 2.5 a 6.5 Bs. e incluso un vaso de chicha con canela, leche condensada y lluvia de colores o chocolate, por tan solo 1 Bs.
Manuel Alvarado / tlnoticias.com
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